Zalman Shazar - líder sionista laborista, intelectual e historiador - fue electo presidente del Estado de Israel en 1963.
Shazar nacio en la Rusia Blanca en 1889 como Shneor Zalman Rubashov, hijo de una familia jasídica de Jabad. De sus iniciales - SZR - Shazar derivó posteriormente su nombre hebreo. Recibió una educación tradicional judía en una yeshivá (academia talmúdica), pero contaba con una amplia cultura secular y sus lecturas incluían la filosofía socialista. Involucrado con el sionismo laborista desde temprana edad, Shazar - un hábil publicista y editor - fue arrestado a los 18 años por las autoridades zaristas por su actividad y sus escritos revolucionarios.
Al estallar la Primera Guerra Mundial Shazar se encontraba estudiando historia y filosofía alemana y trabajando como periodista en Alemania. Teniendo prohibido abandonar el país, se involucró profundamente en la vida judía alemana.

Durante el período de Shazar como presidente del Estado la residencia presidencial se trasladó a un moderno edificio en un tranquilo barrio residencial de Jerusalem.
Excelente orador y prolífero escritor de obras que van desde tratados históricos y polémicos a la poesía, Zalman Shazar infundió a la presidencia de un aura intelectual e incluso de erudición. Su rica obra intelectual incluye trabajos sobre la historia del criticismo bíblico, el desarrollo de la literatura ídish y la función de la Kabalá (misticismo judío) como una de las raíces de los movimientos mesiánicos judíos.
El presidente Zalman Shazar llevó a cabo celebraciones por el 80o cumpleaños de famosos escritores israelíes como S.Y. Agnón y Gershom Shalom y estableció un fondo especial para brindar asistencia a intelectuales y escritores, que sigue funcionando hasta el día de hoy.
Uno de los proyectos que inició fue el grupo de estudio sobre la judeidad de la diáspora, establecido conjuntamente con el Instituto de Judaísmo Contemporáneo de la Universidad Hebrea. Invitaba académicos a participar en un encuentro mensual dedicado a examinar y debatir temas teóricos y abstractos de la vida judía. Este círculo exclusivo y muy prestigioso, que reunía a la elite intelectual de Jerusalem con representantes de las comunidades de la diáspora, se convirtió en una "institución" por sí misma. Cada conferencia era seguida por un debate que frecuentemente Shazar resumía y que posteriormente se publicaba. Shazar también luchó para reforzar el prestigio del país trayendo al país distinguidos escritores y científicos como sus invitados especiales, con el fin de presentar el país ante estos forjadores de la opinión pública y convertirlos en embajadores de buena voluntad del nuevo estado. Entre aquellos que vinieron, por invitación de Shazar, se contó el escritor Itzjak Bashevis Singer. A diferencia de muchos líderes sionistas, Shazar no rechazaba la cultura ídish ni abandonó del todo su trasfondo religioso. En una época en que muchos otros líderes israelíes favorecían la hegemonía de la cultura hebrea como parte de su rechazo a la vida de la diáspora, Shazar se mantuvo firmemente arraigado en las fuentes de su juventud, manifestando su afinidad al jasidismo y a la cultura judía de Europa Oriental como un todo. Estableció una sinagoga en la residencia presidencial y llegó a las comunidades judías de la diáspora. Distinguidos visitantes del exterior eran llevados siempre al Kidush del sábado en la mañana de Shazar después del servicio religioso en la sinagoga.
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